Devolver a las comunidades: “Historias de nuestra vida con las abejas y sus mieles” un libro sobre diversidad biocultural.

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Camila Benavides-Frias

Desde inicio del trabajo de campo de nuestro proyecto, teníamos claro que no queríamos solo “extraer” datos para escribir artículos científicos (que son la base de una investigación científica). Sentíamos la necesidad de colectar información que pudiera ser también usada en formatos diferentes para comunicar a las comunidades lo que estábamos investigando y reconocer sus propios conocimientos que también nutrían nuestras reflexiones.

Cuando hablas con otras investigadoras o investigadores sobre divulgación del conocimiento, más allá del reporte técnico, se mencionan tres cosas: 1. es difícil pensar en formas útiles, o al menos atractivas, para devolver los resultados de nuestras colectas de datos, o 2. (la más frecuente) es difícil poner en practica esas formas de divulgación por falta de tiempo o de financiamiento. 3. Rara vez se reconoce que gran parte del conocimiento proviene de las mismas comunidades o del diálogo con ellas.

Imagen 1. Conversaciones en el campo para conocer las historias. El participante muestra alguna de las flores que visitan las abejas. Foto: Camila Benavides-Frias.

Tuvimos la suerte de poder explorar otras maneras de divulgación e intercambio de conocimientos en este proyecto. Una de ellas se desarrolló al pensar y charlar con la gente de las comunidades. “Deberíamos producir algún texto que mostrara un poco de lo que somos”, se nos dijo en algún momento. Podíamos hacer esto de varias formas. Pero decidimos hacer lo siguiente.

Una gran parte de la colecta de datos se centró en entender las prácticas agrícolas y los conocimientos de un grupo de insectos clave de nuestra zona de estudio: las abejas. Bajo la idea de que las relaciones humano-naturaleza en los paisajes agrícolas van más allá de las relaciones con los cultivos, quisimos entender qué sabían las personas sobre las abejas. Esperamos pronto publicar artículos académicos al respecto. Pero, volvamos a la divulgación. Mientras colectábamos datos socio-culturales en 80 hogares, les preguntamos a las personas si recordaban alguna anécdota, mito, historia o receta que involucrara a las abejas o la miel. También, si les interesaría contarnos esa historia otro día mientras nos quedábamos por allá en las comunidades. La mitad de los hogares nos dijeron que sí querían contar sus historias.

Imagen 2. Detrás de cámaras. Fotógrafa La China Martínez en la sesión de fotos de uno de los participantes. Foto: Hassam Rabaj.

Decidimos ponernos a trabajar para divulgar estas historias que mayormente se habían contado solo oralmente, lo que resultó en un proceso muy estimulante y divertido. Contactamos con un escritor boliviano para que viniese al campo con nosotras (sí, éramos solo mujeres biólogas tomando datos en ese momento, entre ellas Alexandría Saravia y Daniela Morón). Gabriel Zuna, el escritor, pasó diez días conversando con la gente, yendo de arriba a abajo para llegar a su próxima cita en los hogares, grabando sus historias con su autorización. Cada historia fue transcrita, con ediciones menores respetando la forma de contarla de la gente, también se incluyeron ilustraciones de Jan Hanspach para poder visualizar algún momento cautivante de la misma. Las personas se reconocieron como autoras de estas historias, y fueron retratadas por una fotógrafa profesional (La China Martínez). Ambos componentes artísticos añaden belleza y novedad a este libro. Finalmente, los cuentos fueron traducidos en cuatro idiomas para que puedan alcanzar a más lectores. Notablemente participaron dos traductores, uno de Guaraní (Felipe Morales) y otra de Besiro (María Chore Oliz). Ambos son los idiomas indígenas de las comunidades donde trabajamos.

Estas historias son importantes porque muestran la diversidad biocultural de las comunidades. Por un lado, pueden ser interpretadas como reflejo de las relaciones que existen entre humanos y abejas, desde un punto de vista ecosistémico. Pero también, igualmente importante, muestran la relevancia de las y los que contaron las historias. Las personas construyen constantemente, mediante el lenguaje, la cultura de su comunidad.

Esperamos que esta forma de devolución de información e intercambio de conocimientos pueda llegar a muchos hogares en las comunidades donde trabajamos, pero también más lejos para conocer algo nada más de la diversidad biocultural de la Chiquitanía. Pueden leer las historias ACÁ.

¡Disfruten!

Imagen 3. La Portada del libro impreso en Bolivia. Foto: La China Martínez.

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