La diversidad biocultural, es decir las interrelaciones entre la diversidad biológica y la diversidad cultural, se está perdiendo a un ritmo alarmante en muchas partes del mundo. Esto incluye tanto la pérdida de la diversidad de animales y plantas silvestres y domesticadas, así como de los sistemas de valores, las formas de conocimiento y las prácticas tradicionales y locales asociadas. La expansión de la agricultura intensiva de forma descontrolada tiene impactos generalizados tanto sociales como ambientales y en la pérdida de diversidad biocultural, lo que supone una amenaza para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, especialmente en regiones del Sur Global, donde se albergan gran parte de la diversidad global y una amplia variedad de métodos tradicionales y locales de manejo de la tierra, la agrobiodiversidad y los recursos naturales.